Blog de Armando (La bruma)

Viajes cerebrales y poesia (work in progress)

viernes, diciembre 01, 2006

ESFERAS

Texto publicado hase casi un año en www. Tauzero.org. Este cuento esta basado en la navidad, bueno y como ya empezó Diciembre como que viene de perilla.
Espero que lo disfruten.







Las Esferas.

A Frank Jackson le costó casi treinta años de su vida realizar su sueño de niño. La súbita muerte de su padre y los costos de las deudas que este dejó como herencia, causaron que él a sus 21 años y su flamante esposa Cristie oriundos de la ciudad de Bristol en Inglaterra emigraran donde su único familiar vivo en el mundo a fines de 1913 , su primo Jean en la ciudad de Lyon en Francia.
En esta ciudad Frank y su esposa hicieron muy buenas amistades con un matrimonio de ascendencia Judía, los Goldberg. Se juntaban casi todos los días después del trabajo a hablar de ciencia, astrología hasta altas horas de la madrugada mientras las mujeres zurcían y preparaban deliciosos bocadillos, era la “Belle Epoque”.
Todo eso terminó el 28 de junio de 1914 , había comenzado la guerra. El 3 de agosto Alemania le declaraba la guerra a Francia, y como ya se sentía francés fue al frente con su primo Jean. De mas está decir que su despedida fue triste y a sus amigos los Goldberg no los vio mas, viajaron a Paris donde otros familiares.
Su permanencia en los campos de batalla fue bastante corta ya que a solo cinco meses de estar en el frente fue alcanzado por la detonación de una bala de cañón que estalló a cinco metros de donde se encontraba justo al momento en salía de la trinchera a buscar agua. Quedó completamente sordo.
Al cabo de unos meses en el hospital se percató que podía realizar cálculos matemáticos bastante complejos, tal o mas difíciles de los que le tocó hacer a sus alumnos en la universidad, sin lápiz ni papel y a una velocidad asombrosa. Así mismo también se dio cuenta que su memoria había mejorado infinitamente. La vida siguió su curso y Cristie comenzó a mostrar su vientre abultado, Frank esperaba que su hijo naciera antes de navidad.
No nació. El parto se adelantó catorce días y la fatalidad hizo que justamente ese día ni las parteras ni los médicos, que se encontraban en una emergencia, pudiesen socorrerla. El niño venía con el cordón umbilical enrollado al cuello y murió antes de poder ver la luz. Para poder sacar del vientre al malogrado niño se usaron instrumentos mal lavados y no sépticos, con lo que Cristie murió de una septicemia generalizada en menos de una semana.
Frank pasó esa navidad solo y en desgracia, se prometió no permitir nunca mas el sufrimiento en el mundo, no por que fuese navidad, si no que el hombre no merecía tanta muerte, destrucción y tristeza sin algo de magia y felicidad a cambio. Pasó refugiado en sus estudios y libros, al cabo de un año le llegó la noticia que su primo Jean había perecido en el frente ruso víctima del gas mostaza. La entonces viuda de su primo se propinó un balazo en la cabeza dejando a Frank sin nadie conocido y con todas las posesiones de su primo como único heredero.
El afán de Frank por olvidar toda su tragedia hizo que vendiera casi la totalidad de lo heredado y se zambullera de cabeza a hacer algo por lo que se había prometido. La guerra no debía repetirse nuevamente, y como devoto creyente que era, ya tenía una idea de que podría hacer. Luego de unos meses viajó a Finlandia que ya no estaba en manos de los alemanes y se radicó en la ciudad de Turku. Trabajó varios años el la universidad de la ciudad como ayudante de académico para corregir pruebas de física y matemáticas, ya que debido a su sordera no podía hacer clases. Trabajó también, y la mayor parte del tiempo , en su proyecto secreto. Compró una pequeña cabaña en las estepas algo mas al sur a pocos kilómetros de la costa, ahí se dedicó a buscar renos.

A mediados de 1943 estaba todo listo, había comenzado otra guerra y Frank no deseaba perder mas tiempo. Varias veces habían aparecido soldados alemanes a hacerle preguntas, intrigados por lo que la gente de los alrededores contaban sobre él, su sordera lo había ayudado mucho en todas esas “visitas”, al igual que su nacionalidad finlandesa regalada por el gobierno de ese país por su ayuda en materia académica y sus ensayos matemáticos.
Los renos estaban ya bien adiestrados gracias a un granjero que lo ayudo durante muchos años. La maquina también se encontraba a punto. Antes de partir en su primer vuelo de prueba Frank se miró en el espejo, rió de buena gana al ver su abultada figura y su gran barba blanca. Salió de la cabaña y se dirigió a la máquina que lucia una espléndida apariencia de trineo de la zona. Se sentó en él y activo la palanca maestra con lo que el motor inductivo comenzó a operar. Los renos y el carro fueron rodeados por esferas de color; el reno que iba a la punta llevaba el control sobre los otros seis quedó dentro de una esfera roja al igual que el carro de control, el cual lo manejaba por ondas electromagnéticas. El día de la prueba había llegado.
El carro cápsula y los siete renos se elevaron suavemente en la gélida noche, las esferas de diferentes colores hacían que mas que un vehículo pareciera una guirnalda voladora o un árbol de navidad volador.
Frank ajustó la bitácora de vuelo en aproximadamente 18 horas, que era lo que había calculado se iba a demorar. Esta demora mas que al viaje y desplazamiento se debía al tiempo que ocuparía el procesador de abordo para repartir los presentes en todos los hogares del mundo creyente.
Desde su perspectiva la “realidad” tomó otro prisma, como bien sabía él se encontraba dentro de las esferas en un espacio fuera del tiempo lineal planetario. Ajustó el cronómetro y el viaje comenzó su recorrido; en el exterior pensó, solo lo confundirían con algunas estrellas de colores un poco mas brillantes... ahí estuvo el problema.
La noche del 4 de noviembre de 1943 Frank y sus renos fueron avistados por tres cazas alemanes de la Luftwaffe. Frank no los oyó, y su error fue tratar de jugar con ellos que, sin previo aviso, llamándose aviso el tomar posición de ataque, dispararon varias ráfagas de metralla sobre él y los renos ocasionando espanto y terror en los animales que aun que se encontraban seguros dentro de las esferas, pero estos huyeron descontroladamente en varias direcciones cada uno dentro de estas mismas, dejando el trineo y cápsula sin impulso ni control.
Frank cayó unos dos mil pies sobre el mar Báltico quedando encerrado en la esfera hasta que la temperatura del mar lo termino de congelar cuando la energía de la cápsula se agotó. No pudo hacer nada por su vida ni menos por todas las que vendrían después, y así sus sueños de amor y paz se congelaron junto a su trineo y su traje rojo.
Los renos viajaron durante muchos años y aun lo hacen buscando desesperadamente a su dueño. Por ahí andan como esferas luminosas en el cielo, esas extrañas esferas, que tanto los Alemanes como los Aliados vieron durante lo que quedó de la guerra y se siguen viendo hasta nuestros días en todo el mundo. Están perdidos, ahora sólo desean ser liberados para correr y saltar ágilmente por los campos blancos de su tierra natal: Finlandia.
 
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