Segunda hecatombe

Hermanos, he descubierto de que trata todo esto.

No me miren extrañados ni me den la espalda. También lo han de saber.

Sé que las noches han llegado para no irse. Y que puedo sentarme a pensar por muchos días.

También veo en sus labios el deseo de reír, pero a su vez está presente el temor a que ellos sangren hasta quedar secos.

Me paro sobre estas ruinas para mirar toda la devastación, bajo la gris luz de esta tarde madura.

Los gatos y otros animales salen bajo los escombros y corren hacia lugares abiertos, algunas ratas saltan a los bosques chillando burlonamente. Nosotros ahora no sabemos donde ir, mientras las aves vuelan en círculos sobre nuestras cabezas, esperando por sus nidos.