MÁQUINA NEGRA III
Trituras la vastedad
la borramos
del candente establecimiento
monocorde
que envía nuestros peatones descerebrados
a recorrer innumerables veces
la ira
demoledora de fieras enajenadas que no poseen el fuego opresor
no
solamente el bálsamo inexistente
de la fecha del vencimiento total
en su espalda
calle y cielo
sobre el lomo partido de cualquiera
Pero nos detenemos
nos detenemos
aferrados a nuestras manos
y crees que continuarás
hacia el estado adyacente en tú memoria
pero sólo deberías irte máquina oscura
ya que pasamos a ver las montañas de vehículos
sin término conocido
expandiéndose por la línea final
de metal rojo
de acidez delgada y punzante
que nos mata por cada vuelta de mano
y no detengan mi otro yo jamás
que es más que una simple maquinaria de pistones y huesos rotos
dejen que abandone este lugar
que exista tantas veces
como se requiera
quiera
o no
1 Comentarios:
A la/s 3:14 p. m., Profundistas dijo...
"en su espalda
calle y cielo..."
Tienes un espacio de originalidad poco frecuente. Tu poesia merece más aire.
Pasate por nuestro rincón(o abismo),
tu presencia será un placer.
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