Tu voz
Aún esta tu voz,
el aroma a
perfume de señora
en los pañuelos
guardados en la cómoda.
Suenan tus notas
en la música de mi recuerdo.
Cabalgan,
de vez en cuando,
esas frases de
mamá primeriza
en un blanco
potro que corre furioso,
que a veces
sólo
bebe del tranquilo rio de mi memoria.
Y estás bajo
todo acto del día.
En un sueño de
color rosa y lila,
en un suspiro de
calma
de algún
pensamiento remoto.
Cerca de un
algún sitio perdido,
fuera de todo lo
que deseaste.
Por eso madre:
¡Salud!
Para ti, en el
crepúsculo.
Bajo la Luna de
zapallo,
en tu hora más
querida.
2 Comentarios:
A la/s 9:44 p. m., Anónimo dijo...
Maravilloso el poema!!
A la/s 6:26 p. m., Pilar Alberdi dijo...
Precioso poema a la madre.
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