Escafandra Exquisita
Sacrilegio de manzano marino
En la escafandra exquisita
Reúne el aliento de la sardina tuerta
Por el ocio inerte de nuestras faltas consumadas
De cada tanto en tanto
Se retuercen los labios del soldado de rojo plomo
Como el yugo ineficaz de mi mente muerta
En escape eufórico
Por las aguas prohibidas
Y es también la tuerca loca floja
De la vieja habladora
Bajo el mar
Descascarándose cada luna llena
Que no desea más pasteles de crema bronceada
Con sabor al cerdo decapitado
Que comía olía
Las manzanas sacrílegas
Acorralado por el gusto y la dicha
En la escafandra exquisita
1 Comentarios:
A la/s 2:57 a. m., Anónimo dijo...
La palabra escafandra siempre me remite al tyema de Silvio Rdz Quién fuera:
Estoy buscando una escafandra,
al pie del mar de los delirios.
¿Quién fuera Jacques Custeau?
¿Quién fuera Nemo el capitán?
¿Quién fuera el batiscafo de tu abismo?
¿Quién fuera explorador?
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