Dedicado a mi Padre

Este febrero se cumplen 3 años de la muerte de mi padre. Yo suelo tener recuerdos muy vívidos de mi infancia por estas fechas, recuerdos de lugares y situaciones.

Una de ellas es un día de noviembre, cuando tenía unos siete años, o quizás menos, cuando fui con mi padre al cerro San Cristóbal a pasear un domingo por la mañana como lo hacíamos casi todos los domingos, los dos solos; y un domingo en particular algo sucedió... el cielo estaba blanco y corrían miles de motas de algodón o migas de pan por doquier, que no eran más que semillas y polen de algún árbol en particular, el cielo estaba azul y yo, sobre los hombros de mi padre, realmente sentí algo muy especial ese día, no sé si fue magia o quizás qué, pero en verdad ese instante nunca se me ha olvidado y siempre ha estado presente en los sueños más hermosos de mi vida.

PAN

Vuela el pan por el aire de noviembre

y yo sobre tus hombros

padre

Hay un viento calmo

que mueve mis cabellos y ríe

con la luz que abarca todo

Tú me muestras el horizonte

señalas las migas blancas

que también todo cubren con el pan de mi infancia

Sé que no hay nada tan grande para borrar esa hora exacta

de vuelo y nubes solitarias entre tanto azul

Absolutamente nada

que me prive de ese pan nuestro

en aquel acertijo del tiempo ido